martes, 15 de mayo de 2012

Engendro de una ignorancia tenebrosa

Jorge Ross,  torero arrepentido


Hay que estar mentalmente enfermo o ser el lógico engendro de una ignorancia tenebrosa para disfrutar con la práctica de la crueldad; pero utilizar el instrumento de la retórica para que esa práctica perdure, convertida en un derecho humano, es el acto demoníaco por excelencia.Este acto llamado “rasgo cultural” es una barbaridad… que dolor más grande y sufrimiento injusto deben sentir los toros antes de morir y cómo la gente puede disfrutar de estos espectáculos de maltrato animal, que sólo sirven para un desorientado
entretenimiento (in)humano.Realmente tengo la esperanza que este tipo de actos se terminen extinguiendo al igual que en su tiempo fueron, las luchas de gladiadores.

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