jueves, 6 de junio de 2013

Mi adios a los toros

Antonio Perez Henares  (ex- aficionado)



He sido taurino y no criticaré a quien lo sea. Pero este sábado he dicho adios a las corridas de toros.
He sido aficionado a los toros. Llegué hasta a compartir un abono en la Feria de San Isidro de Madrid. He seguido yendo a corridas y en ocasiones he disfrutado enormemente de la Fiesta. Guardo para mi memoria el indulto de dos toros como el momento más hermoso vivido: el uno
en la plaza de Alicante, toreado por Espartaco, y el otro este mismo año en Valencia, que correspondió a Parea.
Los encierros han sido, como buen alcarreño, una pasión y algunos me he atrevido a correr hasta hace no muchos años. Este sábado aun me quede a ver el de Guadalajara y disfrute con las limpias carreras de mis paisanos. Los encierros por el campo, mejorados con las nuevas normativas de prohibir todoterrenos, me parecen de una enorme plasticidad.
O sea, que en absoluto soy un antitaurino y no lo seré jamás. Pero para mi las corridas de toros se han acabado. Lo comprendí este mismo sábado y en mi ciudad. Me salí al acabar la lidia del segundo y no quise ver más. Resulta que en vez de disfrutar sufría y una sensación de malestar y de tristeza me fui invadiendo. Así que he tomado esa decisión personal. Adiós a las corridas de toros. A algún encierro puede que aun me escape, pero la lidia no. E insisto, no critico y comprendo. Pero simplemente para mi han acabado. Tengo la impresión que enorme cariño a mi perro Lord ha tenido que ver algo con ello.
P.D. Por cierto y esto tampoco tiene que ver en absoluto. El salvaje ese que ha aparecido en las televisiones apaleando hasta la muerte a su pobre e indefenso perro tenía que dar con los huesos en la cárcel , sufrir el oprobio público y tener prohibido para los restos ser dueño de ningún animal.

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